2.21.2009

El Autocastigo por los Sueños Interrumpidos

Por varios años me flagelé con la prohibición más cruel, me prohibí escribir, me quedé sin ese derecho porque el haber escrito no me llevó a donde debía llevarme, fui débil, me distraje, me acobardé y no seguí el plan que fue trazado desde el día que me descubrí a mi misma, a mi trabajo literario lo desprecié, y fue mediocre. Había fracasado y no me lo perdoné, y me castigué, no volví a escribir.

Empiezo a perdonarme, pero no fue fácil, varios años tuvieron que pasar sin que escribiera lo que veo, lo que se, lo que opino, lo que pienso, lo que siento, lo que quiero. Fue doloroso, es como si hubiera sido desterrada del club más exclusivo, o como aquella historia del hombre que se queda sin sombra. Fue como si me hubiera ido y hubiera solo quedado laquesefue, sin identidad, pero con nostalgia, con el dolor del animalito que se lame las heridas, heridas que no se cierran y sangran.

Empiezo a escribir, pero con miedo, con cautela, preguntándome si alguna vez volveré a escribir algo digno de leerse, algo que pueda valorarse desde cualquier ángulo, algo que pueda al menos gustarme a mi, y me pregunto si tendré que volver a desterrarme y huir a mi oscuro escondite donde tantas formas hay de torturarse y sin salidas de emergencia.

Empiezo a escribir, pero además me expongo, expongo mis sentimientos, miedos y deseos que se quedan desnudos ante los que puedan leer lo escrito en postura de autosuficiencia y desprecio, arriesgo mi dolorosa vulnerabilidad, que puede ser sin resistencia traspasada por la maldad y la intolerancia. Tengo miedo, pero sigo escribiendo, juntando palabras que tal vez no formen más que dolorosos trazos de una niña atormentada por los monstruos que tiene bajo su cama.

2.10.2009

¡No Soy Antisocial!

Cuando me refiero a mi Desorden de Personalidad de Evasión o a mi fobia social, mucha gente lo confunde con el Desorden de Personalidad Antisocial, lo cual es totalmente diferente. El ser antisocial puede llegar a cometer los peores crímenes en contra de la humanidad sin que sienta la necesidad de alejarse físicamente de las personas.

Cómo lo dije, el Desorden de Personalidad de Evasión se define como la inhibición en situaciones sociales, sentimientos de ser inadecuado e hipersensibilidad a la crítica, mientras el Desorden de Personalidad Antisocial se caracteriza por un irresponsable, impulsivo, sin escrúpulos y a veces criminal comportamiento en contra de otros seres humanos.

En sus inicios, a este desorden psicológico solía llamársele “demencia moral”, porque la gente que lo presentaba no mostraba tener moral ni decencia común. Más tarde se le llamó sicópatas a quienes lo padecían. El término actual: “personalidad antisocial”, es más apropiado para quienes son problemáticos pero no “dementes” por los estándares legales. Se calcula que un 3% de los hombres y un 1% de las mujeres en Estados Unidos son diagnosticados con este desorden.

La persona antisocial generalmente es encantadora, inteligente y de hablar rápido, es ese tipo de personas que obtienen dinero prestado para nunca devolverlo, son arrogantes, egoístas y manipuladores que pueden lograr fácilmente que los demás hagan cosas por él/ella, usualmente usando la mentira y tomando ventaja de la decencia y la confianza de los demás. Espero que no reconozcas este comportamiento en nadie cercano…..

Aquellos que desarrollan una personalidad antisocial no muestran ansiedad, remordimiento o culpa, ya sea al dañar un objeto ajeno o al matar a una persona inocente. No se ha encontrado un método para cambiar el comportamiento de estas personas antisociales, quienes además son poco sensibles al castigo.

Todo parece indicar que ser antisocial tiene una predisposición genética, sin embargo existen especialistas que no descartan que hogares rotos, el rechazo por los padres, la pobre disciplina, la falta de buenos modelos paternales y la falta de cariño en la edad temprana, contribuya al desarrollo del Desorden de la Personalidad Antisocial. Un análisis a personas como Charles Manson pueden apoyar esta teoría.

No me molesto cuando las personas confunden mi evasión social con ser antisocial porque se que es debido a la falta de información. He visto como otras personas se llaman “antisociales” a sí mismas, equivocando el término. Aún cuando no existe la ofensa de mi parte, me pareció importante informar acerca de la diferencia.

 

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