Siete Rarezas en mi Persona

Pues que escriba siete rarezas mías, esa es la consigna específica que recibí sin ningún miramiento.

Pues como explicarlo…. soy nueva en esto de tener un blog y me tomaron con la guardia baja, no sabía que se podía “taggear” o “etiquetar” a otras personas para que escribieran específicamente de un tema en su blog y que además debíamos cometer el mismo crimen con otras personas. Es la primera vez que soy víctima de semejante bajeza en mi blog, yo ni sabía que existía esta clase de delincuencia blogera en cadena. Yo me hubiera zafado fácilmente haciéndome la sordita, o negándome a participar, ya que en este caso no existe (y revisé varias veces) una amenaza de que “si no lo haces te cae la maldición de Tutankamón” o algo aún peor.

Sin embargo, la persona que con toda alevosía y ventaja se aprovechó de mi inexperiencia blogera, fue alguien a quien conocí en Twitter con el nombre de @karyva y que escribe amenamente en sus blogs Café Veracruz y A Mexican View, y pues no me dejó otra opción, no vaya siendo que deje de seguirme en Twitter, y pues ya me acostumbré a su constante y colaboradora presencia, o que pase aún peor, que me deje caer la maldición jarocha.

Bueno, aquí van mis siete obligatorias rarezas de mi encantadora personita, pero eso si, me niego a “etiquetar” a otra persona, y si me cae la maldición jarocha o la de Tutankamón, pues que caiga completita sobre mi terca cabecita, ni modo.

• 1. Mi mente y mi cuerpo se desconectan a veces, y hago cosas absurdas. A veces creo tener varios pensamientos a la vez y me distraigo de lo que estoy haciendo. Talvez a varios de nosotros nos pasa, pero los resultados de este fenómeno son curiosos en mi persona y han hecho reír a los que son testigos, por ejemplo, he guardado objetos de oficina en la nevera, llevado platos sucios al baño, ocurre que voy al cuarto de limpieza cuando en realidad pretendía dirigirme al closet, me paso de largo mi casa cuando manejo. Lo bueno es que me doy cuenta al momento que llegué al lugar equivocado, de no ser así creo sería algo más que una simple rareza.

• 2. Me acuso de hablar con una sinceridad brutal, digo lo que pienso sin detenerme a pensar cuales serán las consecuencias de mis palabras; cuando me doy cuenta de lo que dije ya es demasiado tarde y no puedo regresar lo que dije. Abrir la bocota antes de pensar me ocasiona problemas, o le hago daño a alguien o quedo en evidencia. Además, mis gestos faciales son muy expresivos y me es difícil ocultar emociones, si llego a mentir se nota que miento; si estoy enojada, triste, confundida, feliz o aburrida, se refleja demasiado en mi rostro, es difícil ocultar como me siento, y es muy embarazoso.

• 3. Mis obsesiones. Si tengo curiosidad por saber algo no estoy satisfecha hasta que llego a conocer todo acerca de ese algo, no me gusta quedarme con la duda y no estoy tranquila hasta satisfacer esa obsesiva curiosidad. Mi casi enfermiza obsesión no se limita a la información, sino también a la obtención de ciertos objetos. Si me gustan unos zapatos, un bolso, una prenda de vestir, lo que sea, debo obtenerlo a como de lugar, no me gusta quedarme con las ganas de poseer algo, gracias a esa obsesión tengo una extensa colección de zapatos, bolsos y cosméticos. Por ejemplo, yo fui uno de esos obsesivos que obtuvo su iPhone 3G el mismo día que salió a la venta, y no podía ser de otra manera, ¿Ven a lo que me refiero?

• 4. Me muerdo las uñas cuando siento ansiedad. Las arranco a mordidas, pero eso no es lo más raro y desagradable del asunto, escupo los pedazos de uña mandándolos a volar por los aires. Nunca lo hago frente a extraños, solo frente a mi familia, quienes siempre protestan ante mi extraña y asquerosa reacción.

• 5. Me dan ataques de de risa, simplemente me boto a carcajadas y lo más simple me causa gracia al punto de las lágrimas. No sucede muy frecuentemente, pero cuando me da, nada me detiene. Y en cuanto a la risa, tengo varias formas de reírme, generalmente las personas se ríen de una manera, nuestras risas nos identifican, y no se porque yo me río de tantas maneras, me gusta bromear diciendo “esa fue mi risa número 32”, o “hoy he traído mi risa 65 todo el día”, vaya, no es hasta ahora que lo escribo que me parece una verdadera extrema rareza.

• 6. Me gusta mucho el cine, eso no es nada raro, pero creo que si son peculiares las tradiciones que he adoptado como fanática del cine. Mis películas favoritas son “Forrest Gump” y “Gone with the Wind”, he visto esas películas hasta el cansancio, las veo al menos cinco veces al año, los diálogos los conozco de memoria y lloro de nuevo una y otra vez en los momentos que me parecen más emotivos. También he leído varias veces los libros en los que se basan ambas películas, sobre todo “Gone with the Wind”. La otra tradición son las películas de horror. Durante la segunda quincena de octubre veo exclusivamente filmes de horror desde las clásicas hasta las recién estrenadas, incluyendo el día de Halloween por supuesto, soy experta en esa clase de películas.

• 7. Esta última rareza me ha traído varios beneficios. La mayor parte de mis compras las realizo en base a las recomendaciones de los consumidores. Dependo de la opinión de quienes han probado los productos o servicios para tomar una decisión. No voy por primera vez a ningún restaurante, bar o salón de belleza sin antes no leo reviews online en Citysearch.com, no compro ningún cosmético sin antes visitar makeupalley.com. De igual manera, antes de inscribirme a una clase en el college, voy a RateMyProfessor.com a leer las opiniones que los estudiantes tienen de los profesores que imparten las clases que planeo tomar. Siento que esta práctica me garantiza una completa satisfacción como consumidora, y nunca me atrevería a correr riesgos. Hasta ahora no he conocido a alguien tan obsesiva como yo en leer reviews de consumidores.

Ahora que ya se como se las pueden jugar entre blogueros, advierto que aunque se trate de alguna maldición mortal, no pienso contestar semejantes “etiquetones”, @karyva pasa hoy a al historia como la única persona a la que complací en respuesta a semejante acto artero.